Perú: foco de estabilidad y prosperidad en América Latina
Perú viene creciendo por encima de la media de América Latina desde hace quince años de forma ininterrumpida, y se espera que dicho crecimiento se vea reforzado en 2020.
Si repasamos la evolución política y económica de América Latina en los últimos doce meses, Perú destaca como uno de los países que ha demostrado una mayor fortaleza en términos económicos e institucionales. Su crecimiento en términos de PIB en 2019 se situó en el entorno del 2%, una tasa relativamente baja, pero que sobresale en el contexto general de la región, sumida en un grave estancamiento económico. Perú viene creciendo por encima de la media de América Latina desde hace quince años de forma ininterrumpida, y se espera que dicho crecimiento se vea reforzado en 2020. A ello contribuirán el aumento de la producción minera y una mayor inversión pública en proyectos de infraestructuras.
Desde el punto de vista institucional, el mes pasado se celebraron elecciones legislativas extraordinarias tras la disolución del Congreso dispuesta por el presidente de la República, Martín Vizcarra, el 30 de septiembre. Estos hechos se enmarcan en el clima de división existente entre el poder ejecutivo y el legislativo desde las elecciones generales de 2016, en las que el partido fujimorista Fuerza Popular logró la mayoría parlamentaria. Al final, la crisis política se ha resuelto con arreglo a los cauces legales, lo cual pone de manifiesto la solidez y el buen funcionamiento de las instituciones peruanas.
Si analizamos los flujos de comercio internacional, Perú es una economía abierta al exterior, con una veintena de acuerdos de libre comercio que cubren los principales mercados del mundo. En 2018, las exportaciones de mercancías ascendieron a 47.894 millones de dólares, mientras que las importaciones se situaron en 43.123 millones. China y, en segundo lugar, Estados Unidos son los principales socios comerciales, destino del 45% de las ventas peruanas y origen del 45% de las compras al exterior. Por sectores, los principales capítulos exportadores se caracterizan por su escaso valor añadido. Hablamos, principalmente, de cobre, oro, productos derivados del petróleo y fruta, entre otros. Y en lo que se refiere a las importaciones, sobresalen los productos derivados del petróleo, los equipos mecánicos y eléctricos y los vehículos de transporte.
El comercio de mercancías entre España y Perú supera desde hace años el umbral de los 2.000 millones de euros. En 2018, nuestras exportaciones supusieron 778 millones, mientras que las importaciones sumaron 1.877 millones. España vende a Perú, principalmente, bienes de equipo y productos químicos, y le compra minerales de cobre y de zinc, productos alimentarios y gas.
Hay que resaltar que España es el primer país inversor en Perú. Según los últimos datos de Proinversión (la agencia peruana de promoción de inversión privada), el capital español desembolsado en este mercado supera los 4.500 millones de dólares. Esta cifra representa algo más del 17% del stock total de inversión extranjera directa en Perú, que asciende a 26.000 millones de dólares.
Perú ofrece un marco legal favorable, no discriminatorio al inversor foráneo y sin restricciones a la libre repatriación de divisas. En el caso concreto de España, existe en vigor un acuerdo de promoción y protección recíproca de inversiones (APPRI) desde 1996, pero no tenemos un convenio bilateral para evitar la doble imposición. De hecho, Perú es la economía más grande de América Latina con la que España no mantiene un convenio de este tipo.
Desde el Club de Exportadores e Inversores confiamos en que Perú siga siendo un foco de estabilidad y prosperidad dentro de la región latinoamericana. Somos optimistas, además, sobre las posibilidades que existen para fortalecer los vínculos de comercio e inversión con nuestro país. Entre los sectores que ofrecen mejores oportunidades de negocio, cabe mencionar las infraestructuras, los bienes de equipo, el turismo, el sector agroindustrial, la gestión del agua y las ciudades inteligentes. Perú sabe que cuenta con las empresas españolas como un aliado comprometido a largo plazo con su desarrollo económico y social.
Fuente:
Antonio Bonet
Presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles
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